En 2018 publiqué Tierra Hueca Madre de Todas las Conspiraciones, que se editó por Guante Blanco en España. Aquel trabajo resultado de un extenso ensayo, analizaba la leyenda de las oquedades polares y sus misterios internos, haciendo referencia, a una civilización oculta en las entrañas del planeta.
Uno de los capítulos, recogía la historia del famoso Almirante Richard E. Byrd, reputado explorador norteamericano del pasado siglo XX, y protagonista asociado a la cuestión tierra hueca.
Mis conclusiones sobre este expediente, resaltaron la confusión que aún hoy día envuelve este caso, plagado por errores monumentales, especialmente cuando se analiza el tan mentado diario perdido, santo grial conspiranoico sin aparente vencimiento, a pesar de su fraudulenta redacción.
Aunque este último punto pueda lastimar algunas susceptibilidades, y que volverá a repasarse nuevamente en este artículo, también incluiremos algunos datos pocos conocidos sobre Byrd, y aviso, no exento de enigmas por cierto, para alegría de los creyentes, y cuyas ramificaciones resultan al menos para quién escribe, altamente sospechosas, considerando sus implicancias. Veamos.
Richard E. Byrd – Exploración de Vanguardia
Sus biógrafos escriben:
Richard Evelyn Byrd, nació en Winchester Virginia el 25 de octubre de 1888. Hijo de una familia de sólida raigambre sureña (era hijo del fundador de Richmond), Byrd estudió en la Universidad de Virginia para ingresar luego, a la Academia Naval de los Estados Unidos, de la que egresó como guardiamarina a la edad de 24 años de edad. Aprendió a volar durante la Primera Guerra Mundial, y se convirtió en un pionero de la aviación naval mundial. En 1925, se le confió el comando del equipo de vuelo de la famosa expedición ártica de Mac Millian. Un año después, Byrd y Floyd Bennet informaron haber alcanzado el Polo Norte, en su famoso vuelo transpolar desde Spitzbergen”.
Comenzaba la primera controversia, ya que evidencias posteriores mostrarían que el noruego Ronald Amundsen, fue el primer explorador en llegar a destino. En 1928 Byrd se instaló con grandes medios en la Antártida, donde instaló el campamento base Little América. Un año después, en noviembre de 1929, sobrevoló el Polo Sur. A partir de allí, su carrera como héroe nacional sería imparable. Estos triunfos llevarían a que se le otorgara la realización de la Operación Highjump, (1946-1947), que llevara a los Estados Unidos, organizar una de sus exploraciones más comentadas en la Antártida, con un despliegue de hombres y equipo para la época, realmente descomunal. En 1955 Byrd llevaría a cabo su última incursión, Operación Big Freeze, que finalizaría para los Estados Unidos, con la instalación de tres bases permanentes en la Antártida. Tan sólo dos años después, fallecería a la edad de 68 años. En esta primera aproximación sobre Richard E. Byrd, encontramos una hoja de servicio impecable, poblada de reconocimientos y triunfos. Entonces, ¿cómo se inserta Byrd en la ecuación tierra hueca? ¡Ajusten los cinturones!
Francis Amadeo Giannini – Mundo Más Allá de los Polos
“Saben, antes de salir de Inglaterra me informaron que si lograba penetrar más allá del Polo Sur, sería atraído a otro planeta por la succión de su movimiento”. Supuestas palabras, atribuidas al explorador australiano, Sir George Hubert Wilkins, transcriptas en Mundo Más Allá de los Polos. Francis Amadeo Giannini, 1959.
En 1959 tiene lugar la publicación de un extraño manuscrito, Worlds Beyond the Poles («Mundo Más Allá de los Polos») por un tal Francis Amadeo Giannini (¿1898-1973?). Se conoce muy poco sobre su vida, imposibilitando reconstruir una biografía adecuada, aunque por suerte existen algunos recortes periodísticos confirmando su existencia, de la cual se ha llegado a dudar. Giannini era de origen italiano, nacido en Cambridge, Massachusetts, y fue educado en Boston, se ignora su profesión, aunque se lo consideró versado en filosofía.
En su libro, se presenta como cartógrafo del reconocido explorador australiano, Sir George Hubert Wilkins. Su tesis sobre un universo interconectado que desde los polos, aperturas subrayadas como tierras sin fin, se vinculaban hacia otros planetas (como si se tratase de un mundo paralelo), nació como resultado de una experiencia paranormal. Esta visión, se presentó «en 1916, cuando siendo joven se perdió en un bosque de Nueva Inglaterra, donde fue sorprendido por una imagen extraña. Guiado por aquella percepción extrasensorial, descubrió la Tierra no era redonda, y que, en realidad, los Polos no existían como tales, sino que tan solo eran meras ilusiones».
A partir de esa experiencia, se declaró como «un nuevo Colón en busca de una reina Isabel».
Diría:
Los extremos norte y sur de la Tierra, desde el punto de vista físico, no representan límites. La Tierra no puede ser circunnavegada en el sentido estricto del término. La afirmación es válida, aunque ciertos vuelos catalogados como vuelta al mundo, hayan contribuido a difundir la errónea idea según la cual la Tierra, puede ser circunnavegada al norte y al sur”.
Ampliando esta cuestión, para Giannini, «habría un puente de hielo, tierra o agua, que conectaba a cada uno de los planetas en sus polos».
Aunque estas ideas parecían novedosas, Giannini no era ningún precursor, ya que varios libros de ciencia ficción de finales del s. XIX, habrían influido en alguno de estos postulados. Obras como Armata (1817), escrita por el barón Thomas Erskine donde se narra «el descubrimiento de un planeta habitado unido al Polo Sur, al que se puede llegar mediante un barco en vela». En The Austral Globe, 1892, Milton W. Ramsey describe un viaje desde el Polo Sur hacia otro Planeta, y en Más Allá del Océano Negro, Thomas McGrady, se relata, «una esfera habitada unida a la tierra en el Polo Norte. Los logros científicos de los habitantes incluyen aeronaves y comunicación a Marte».
Como vemos, esta literatura tuvo un alto impacto en la concepción de Giannini. Pero su libro que parecía condenado al olvido de las rarezas, iba a trascender por la inclusión de ciertas afirmaciones involucrando al extinto Almirante Richard. E Byrd, como ejemplo perfecto de su extravagante hipótesis.
Según Giannini, Byrd habría efectuado dos viajes, uno en febrero de 1947, circunnavegando el Ártico:
donde se topó con un territorio despejado de nieve, compuesto por montañas, bosques, vegetación lujuriante, lagos y ríos. Refirió, además, haber vislumbrado, en medio de un boscaje, un animal semejante a un mamut hibernando”.
En esta primera exploración ártica, Byrd habría enunciado una frase que desataría, un sinfín de rumores aún en ebullición, declarando:
me gustaría ver esa tierra más allá del Polo (Norte). Esa área es el centro del Gran Desconocido”.
El segundo viaje reclamado por Giannini, se produce en 1956, donde se Byrd se internó «2700 millas, partiendo de la base de Mc Murdock, 400 millas al oeste del Polo Sur, penetrando 2300 millas en una tierra que se extiende más allá del Polo».
Byrd diría:
La presente expedición ha abierto un vasto territorio nuevo”.
Varios son los problemas que surgen en el análisis y aceptación, de estas supuestas evidencias esgrimidas por Giannini. La admisión de 1947 como año de su primera exploración, hacia esas tierras no mapeadas, encuentran su primer escollo, si pensamos Byrd en aquel entonces estaba al mando de la Operación High Jump, que desde 1946 hasta inicios de 1947, tuvo al famoso Almirante ocupado en la Antártida ¿hizo un viaje secreto y jamás difundido? nos preguntamos? Lo ignoramos. Pero hasta el momento, no se puede probar. En ninguna parte de su libro Giannini enumera bibliografía, dificultando el rastreo de cualquier información.
A pesar de eso quién escribe, encontró una publicación de octubre de 1947, editada por The National Geographic Magazine, Nuestras Naves Exploran la Antártida, escrito que tiene la particularidad de llevar la firma del propio Byrd, narrando sus peripecias en la Antártida, durante los días de Operación High Jump. Desde ya un documento notable, y con fotografías no menos curiosas, que luego comentaré. Pero lo más importante es que aquí encontramos a Byrd, hablando de Las Misteriosas Tierras Más Allá del Polo (pág. 463).
Atendamos sus palabras:
Cuando se habla de más allá del polo sur, el lenguaje no es del todo figurativo. El Polo es, por supuesto, lo más lejano al sur posible, pero apenas es un punto intermedio hacia lo que ahora debe ser el objetivo de la exploración Antártica: el interior de esos millones de kilómetros cuadrados que ningún ojo ha visto”.
Estas palabras podrían interpretarse como algo enigmáticas, y vamos a dejar al lector decida su opinión sobre estas manifestaciones de Byrd, aunque nada señale demasiada extrañeza en sus impresiones. Pero existe otra cuestión atribuida a Giannini, indicando un misterioso reporte de radio y hasta una filmación, atribuidas a Byrd durante su periplo de 1929, aumentando aún más la incógnita sobre sus observaciones en aquellas tierras desconocidas.
Antártida y el noticiero fantasma
“¡Mire! ¿Usted ve? Ahí abajo hay hierba espesa … ¡ya que es verde! … hay flores por todas partes … son hermosas … y mira estos animales … se parecen a los alces … la hierba les llega al vientre … y mira! … también hay gente. Parecen sorprendidos de ver un avión”. Supuesta transmisión realizada por el Richard E. Byrd en 1929, mientras circunnavegaba el Polo Sur, testimoniada por Emily Ingram, e incluida en Sin Rastros, Charles Berlitz, 1977.
En lo personal no encontré señales de este informe en el libro de Giannini, por lo menos en la versión electrónica que pude consultar sobre su libro. Quiénes adhieren a esta versión, indican en 1929.
se pudo ver un noticiero en los cines de los Estados Unidos que describían ambos vuelos” (polo norte y sur). En esas imágenes recibidas por el público norteamericano, sobre esa llamada tierra más allá del polo, “se habrían exhibido montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut”.
¿Vivo o congelado pregunta esta escritora?
Aparentemente el spot publicitario con esas impactantes evidencias, según la conspiranoia, se encuentra borrado de la faz de la tierra. Uno de los testigos de estos extraños hechos, habría sido Lloyd Grenlie, quién acompañara a Byrd en aquellas expediciones como radio operador. Poco antes de su fallecimiento en 1970, Grenlie había confesado a un vecino de Nelconville, Wisconsin, la existencia de ese material fantasma.
La fuente de esta información responde al famoso editor de Flying Saucers, Ray Palmer, y data de 1970. En esa misma publicación se cita la declaración de la señorita Dorothy E. Graffin, quién narró vio el documental junto a su hermana, recordando visualizar, lagos de aguas cálidas, coníferas, un animal grande ¿mamut?, y la existencia de una montaña de carbón brillando como diamante. Todo aquel paisaje resultaba de extraordinario colorido.
En 1977 surge una nueva pista acerca de esta filmación hoy desaparecida.
Es cuando el escritor Charles Berlitz, publica su aclamada continuación sobre los misterios del Triángulo de las Bermudas, titulado Sin Rastro, 1977. Berlitz declara toparse con el testimonio de Emily Ingram, residente en Miami, y de profesión abogada especializada en periodismo. Según expuso Berlitz en su libro, Ingram le confió lo sucedido en aquella transmisión de 1929:
Vivíamos en Boston en ese momento, y mi padre recientemente compró una nueva estación de radio, que incluía un altavoz y un auricular. El amplificador estaba incrustado en la pared, y todos los equipos requerían una antena grande. Lo recuerdo muy bien porque mi padre se cayó del techo mientras lo instalaba, pero hizo todo lo posible para que el trabajo funcionara. Mi madre estaba particularmente interesada en la historia del Almirante Byrd. Se anunció seguiría el paralelo 70′, y emitiría durante su vuelo”.
Al parecer la voz de Byrd fue escuchada por Ingram, quién aseguró vio una tierra casi mágica, poblada por humanos, floresta, y animales extraños. Toda esta comunicación, estuvo signada por interferencias constantes, hasta que en un momento la voz de Byrd fue abruptamente interrumpida. Ingram dice, muchos de sus vecinos fueron testigos de la extraña transmisión, y que más tarde le escribió una carta a Byrd preguntando sobre este suceso, aunque nunca recibió respuesta.
Es interesante observar que estas declaraciones, de comprobarse su real veracidad, sucedieron en 1929. Recién en 1947 parte de estas historias vieron la luz con el ejemplar citado en The National Geographic Magazine, poblado como digo, por fotografías sorprendentes. Y nuevamente el interrogante, ¿mienten los testigos, o Byrd realmente avizoró esas mismas tierras en 1929? Pero este punto no termina aquí.
De Tierra Hueca, y Diarios Perdidos. La Historia de nunca acabar, o como Byrd se convirtió en un mito de la conspiranoia.
¿Cuánto conocemos la Tierra? ¿Hay algún área en ella que se pueda considerar como el posible origen de los platillos voladores? Existen dos. Las dos áreas de principal importancia son la Antártida y el Ártico. Los dos vuelos del almirante Byrd por encima de los dos Polos prueban que hay algo raro en la forma de la Tierra en ambas áreas. Saucers from Earth: a challenge to secrecy. Ray Palmer, Flying Saucers Flying Saucers from Other World. 1959.
La publicación de Más Allá de los Polos, aunque no alcanzó repercusión mediática, al menos logró su propósito de interesar a cierto público sobre la vida del Almirante Richard E. Byrd, y sus exploraciones polares, que como vemos, no dejaban de asombrar. La pregunta era si Byrd, en sus alegaciones sobre una tierra más allá de los Polos, se había topado con un secreto tabú, que tenía las oquedades huecas, como una explicación excitante. Quién primero alimentó esta hipótesis fue Ray Palmer, que, en varios números de su popular magazine, Flying Saucers, alentó esta leyenda. El combo incluyó no solo tierra hueca, sino OVNIs, bases nazis, y ciudades ocultas en su interior.
En 1970 las fotografías controversiales que Palmer diera a conocer, elevaron sus historias sobre el misterio de la tierra hueca, hasta la estratósfera, donde se veía una supuesta apertura terrestre, confirmando la sospecha de una tierra hueca en su interior, aunque no sin polémica.
Este fue el terreno donde fueron moldeadas las futuras historias sobre el Almirante Byrd, y que finalmente encontraron su cima mediática, con la irrupción de unos supuestos diarios perdidos, narrando su encuentro con una civilización subterránea en la Antártida, conocida como Rainbow City (Ciudad Arco Iris), cuyos habitantes poseían un extraño acento alemán, y volaban en OVNIs grabados con la esvástica.
Sobre Arco Iris y su nacimiento dimos cuenta en un artículo pasado, donde examinamos el mito a fondo. En mi libro publicado en 2018, Tierra Hueca. Madre de Todas las Conspiraciones, se hace recapitulación en cuanto, a la elaboración de estos diarios, y que hoy día siguen muy activos en la red.
Para no aburrir al lector, dejaré como pista, Horizontes Perdidos obra cumbre de James Hilton donde se aborda el mito de Shangri La, siendo uno de sus diálogos, parte principal de este engaño. Valga decir quién puso al descubierto todo este entramado, fue el investigador norteamericano Dennis Crenshaw, valga nuestro reconocimiento.
Al final de este artículo, incluiremos un vídeo revelador sobre el tema. Vamos hacer un alto. Por supuesto mucho de ustedes deben pensar, esta historia sobre el Almirante Byrd, y las reclamaciones en su nombre sobre un secreto polar, donde OVNIs, tierra hueca y otros enigmas, podrían descartarse como fruto de la especulación reinante.
Pero la ecuación no es tan fácil. Veamos algunos puntos que hacen pensar el caso Byrd, merece seguir investigándose.
Las extrañas conexiones del Almirante Byrd. De la Masonería, a la Muerte de JFK
El primer asunto que debemos enfocar acerca de Byrd es su pertenencia a la masonería. Hay registros que dicen fue iniciado en la década de 1920. Su primera afiliación fue como miembro de la Logia Federal Nº 1 Washignton D.C. Luego se distinguiría dentro de la Logia Kane Nº 54, New York. Pero lo más asombroso es la mención de la Primera Logia Antártica Nº 777 (triple número muy significativo en su decodificación esotérica, el cual sintetizado apunta a la perfección), que Byrd habría establecido en 1935, siendo acompañado por 60 compañeros también afiliados a la masonería, durante su estancia en la base Little América.
Aunque esto último pueda sonar disparatado encontramos un documento sobre el tema, aportado por un bibliotecario irlandés, perteneciente a la francmasonería de ese país.
La segunda cuestión de importancia en el caso Byrd, lleva al patrocinio de sus expediciones, donde mentores muy ricos ayudaron al Almirante en sus propósitos. Aunque son muchos los contribuyentes citaremos a dos. Uno de ellos, viejo conocido como familia de influencia en el mundo de los enigmas, David Rockefeller, pero, aunque tendríamos mucho que hablar sobre esta vinculación, vamos a centrar nuestra mirada en el segundo nombre, David Harold Byrd, multimillonario texano que hizo su fortuna gracias al petróleo, y era primo lejano de Byrd.
Según escriben algunos estudiosos, David Harold Byrd estuvo asociado al poderoso grupo 8F, organización elitista de gran poder, y que profesaban ideas políticas donde la derecha más rancia tenía lugar. Pero aquí existe algo más profundo que un simple simpatizante de ideas extremas, y prepárese el lector para asumir estos hechos, ya que Harold Byrd fue dueño del infame Texas School Book Depository, edificio desde cuyas ventanas, partieron las balas asesinas, que en 1963 terminaron con la vida de John Fitzgerald Kennedy, por parte de Lee Harvey Oswald.
En la monumental investigación que tuvo lugar después del vil asesinato, Harold Byrd fue un nombre sugerido como sospechoso investigado, aunque nunca pudo probarse su implicancia.
Un rumor que circula actualmente en Texas, es que Harold Byrd removió la ventana desde donde Oswald inició el tiroteó, llevándola a su casa, donde era exhibida a sus conocidos, rodeada de recortes del día trágico, como si se tratara de un trofeo de guerra. David Harold Byrd falleció en 1986.
James Forrestal, Majestic 12, y la conexión UFO
EL 22 de Mayo de 1949, los titulares norteamericanos se despertaron con el trágico deceso de James Vincent Forrestal. Quién había sido el poderoso secretario de defensa durante el gobierno de Harry Truman, encontró la muerte luego de arrojarse al vacío del piso 16, mientras se encontraba internado en el Hospital Naval de Betheseda, estado de Maryland. Tan solo dos años antes su prestigio era enorme, y nada presagiaba este horrible hecho.
Muchos consideraron el deterioro de su estado, a un probable colapso nervioso, debido a las altas responsabilidades que cargaba sobre sus hombros como miembro gubernamental. Su asunción al mando de Defensa había llegado en setiembre de 1947, tan solo dos meses antes, tuvo lugar el incidente Roswell, desatando la posterior locura ovni por todo el planeta.
Pero luego regresaremos a este punto. Políticamente Forrestal era un rabioso anticomunista, y en gran parte responsable de la posterior paranoia que sobre el tema se abatió sobre el país. Su obsesión era tal, que recomendó el lanzamiento de bombas atómicas sobre Rusia. Su perversa doctrina incluyó más tarde, el concepto de guerra preventiva, y que actualmente sigue en funcionamiento. Es por eso, cuando el Almirante Richard E. Byrd solicitó autorización para hacer su famosa incursión a la Antártida, en la celebrada Operación High Jump, Forrestal no lo dudó.
Debemos pensar esta operación, que como decimos se extendió desde 1946-1947, como una forma de iniciar la militarización de la Antártida por parte de los norteamericanos, siendo además una forma de dar cuenta de los riquísimos recursos que la circundan, como por ejemplo, la detención de grandes depósitos de carbón.
Muchos preguntaron sobre batallas de Byrd contra nazis refugiados con tecnología de punta que incluye OVNIs con esvásticas en sus panzas, pero este capítulo lo dejaremos para otra ocasión. Regresemos a Roswell.
Muchos investigadores sostienen luego del estrellamiento del OVNI de Roswell, Truman ordenó la creación de un organismo secreto, llamado Majestic 12 del cual Forrestal participó como miembro, siendo este un departamento destinado «a la recopilación de inteligencia, investigación y desarrollo de alto secreto». En la década de los noventa, se dieron a luz varios memorándums de esa época, aunque o sin controversia, ya que muchos consideran estos documentos una burda falsificación. ¿Fue la muerte de Forrestal resultado de un colapso nervioso de tinte paranoia por su obsesión contra el comunismo, que había comenzado a perjudicarlo, o la cuestión OVNI incidió en esta decisión, ya que se cree el secretario de defensa pugnaba por la divulgación de estos secretos? Particularmente después de analizar al personaje, la primera opción es quizás la más probable.
El Esoterismo y la Tierra Hueca
En esta nueva revisión del caso Byrd, registramos algunos aspectos poco mencionados. Estas últimas conexiones, especialmente centradas en sus poderosos mentores, abren nuevas vías de investigación. La cuestión de los mentados diarios solo arroja confusión, y debe descartarse como producto de una hábil falsificación, así como otras reclamaciones muy alocadas, asociadas a Byrd.
Sin embargo, uno de los pasajes abordados en nuestro artículo sobre las filmaciones y escuchas radiales de 1929, lleva a esta autora a pensar una hipótesis, acerca de la verdadera realidad de la tierra hueca y su vinculación antártica, desde un punto de vista esotérico.
Atendamos a David Tansley un fantástico autor norteamericano, ya fallecido, que, en Mensajeros de la Luz, libro publicado en 1977, señala declaraciones de Alice Bailey en su mítico Tratado del Fuego Cósmico, clásico de la literatura ocultista, y que resulta lo siguiente:
En el planeta, y dentro de su cuerpo etéreo, se encontrará un órgano o receptor similar, cuya localización no debe hacerse pública y, por lo tanto, no será revelada. Está relacionado con la situación de los dos polos, Norte y sur, y es el centro en torno al cual efectúa el globo terráqueo su movimiento de rotación. Sobre él se ha originado, la leyenda de una tierra sagrada y fértil dentro de los círculos de influencias polares. Esta tierra mítica, de extraordinaria fertilidad, de abundancia exuberante y crecimiento fenomenal, tanto en los vegetales como animales y humanos, tiene que estar, naturalmente, en el lugar por donde se recibe el prana. Es el Jardín del Edén esotérico, la tierra de la perfección física”.
En otro párrafo Tansley agrega:
las doctrinas esotéricas dicen que todas las formas esféricas etéreas, sean átomos o planetas, tienen una depresión en el punto denominado polo norte, porque es el punto por donde las fuerzas del espacio entran a vitalizar el organismo. Estas fuerzas que llamamos prana, salen del sol y entran el cuerpo etéreo de la Tierra”.
¿Traspuso Byrd como postula Tansley, «los umbrales de los niveles etéreos de la existencia», y son sus montañas de carbón deslumbrantes, parte de este misterio? Pero de {este enigma seguiremos ahondando. Continuará.
Vídeo: Desmintiendo los diarios de Byrd
Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.
Bibliografía
Libros:
- Bailey, A. Tratado sobre el Fuego Cósmico. Buenos Aires: Kier, 1983. (Enlace)
- Berlitz, Charles. Sin Rastro. España: Pomaire, 1977. (Enlace)
- Giannini, F. Worlds beyond the poles Physical continuity of the Universe. Estados Unidos, 1959. (Enlace)
- Goldstern, D. Tierra. Hueca. Madre de Todas las Conspiraciones. España: Guante Blanco, 2018. (Enlace)
- Tansley, D. Mensajeros de la Luz. España: Edaf, 1979. (Enlace)
Revistas
- The National Geographic Magazine. Byrd, R. Nuestras Naves Exploran la Antártida, octubre 1947. (Enlace)
- The Flying Saucers. Palmer, R. (1959-1970)
Sites:
- Boss, M.
Did They See Plasma UFOs?” An Unearthly Admiral Richard E. Byrd Story. (Enlace) - Bashford, B.
A Visit to Aladdin’s Cave. (Enlace) - Dolan, R.
The Death of James Forrestal (Enlace) - Famed ‘Oswald window (Enlace)
- Hagopian, J.
Unveiling the Antarctic Mysteries and Exposing the Cover-up (Enlace) - Idylle, F.
De l’impérieuse nécessité de la vérification des extraordinaires déclarations d’Amadeo Giannini sur certaines explorations polaires. (Enlace) - Idylle, F.
L’ extraordinaire découverte de l’Amiral Richard E. Byrd. (Enlace) - Idylle, F.
Quand, la Chaine ARTE, zappe formellement les trouvailles d’ARTivision, concernant ses découvertes sur la Lune, et les déclarations hors-normes du célèbre Amiral Byrd. Deuxième volet : Quand la chaine ARTE, jongue à ses dépens, avec le vocable “Huitième Continent”, expression spécifique, utilisée par l’Amiral Byrd en Février de 1947. (Enlace) - Is There A Hollow Earth/JFK Assassination Connection? (Enlace)
- Polo, H.
James Forrestal, el delirio atómico. (Enlace) - Redfern, N.
A Secretary of Defense and the M.I.B. (Enlace) - Slayer, B.
Antarctica: The Rockefeller Connection (Enlace) - Zapato, L.
The Lost Continent Of The Arctic (Enlace)
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Extraordinario artículo! Siempre tratando de encontrar la verdad y luchar contra los mitos que quieren confundirnos! Mis felicitaciones señora Débora. Necesitamos mucha gente como usted.
Gracias Ernesto por tus palabras! Abrazo grande Debbie