En marzo pasado, un instrumento de la NASA en la Estación Espacial Internacional descubrió un agujero negro, a unos 10.000 años luz de distancia de la Tierra, en el proceso de devorar una estrella.

Lo que ocurrió a continuación fue extraño, incluso para los estándares de objetos celestes súper densos de los que ni siquiera la luz puede escapar: el agujero negro comenzó a encogerse.

Según una publicación del blog del MIT sobre el hallazgo, el tamaño de la corona del agujero negro, que es el anillo de partículas que rodea su boca, se convirtió en un fantasma de su ser original.

Agujero negro cambiante

Comenzó con la longitud de aproximadamente el ancho de Massachusetts, según el MIT, y terminó con unos diez kilómetros, la longitud de una carrera moderada.

Tenga en cuenta que este monstruo espacial pesa diez veces más que el Sol y estaba en el proceso de inhalar una estrella completa.

Jack Steiner, científico investigador del Kavli Institute for Astrophysics and Space Research del MIT, dijo al blog del MIT que la observación es un descubrimiento importante en el incipiente estudio de los agujeros negros.

Esta es la primera vez que vemos este tipo de evidencia de que la corona se está reduciendo durante esta fase particular de la evolución del estallido.

La corona todavía es bastante misteriosa, y todavía tenemos una comprensión de qué es.

Pero ahora tenemos evidencia de que lo que está evolucionando en el sistema es la estructura de la corona en sí”.

El estudio científico ha sido publicado en la revista Nature.