Bajo las gruesas capas de hielo de la Antártida existe un bosque fosilizado, incluso más antiguo que los dinosaurios; y que podría contener evidencia del legendario diluvio bíblico de la historia del Arca de Noé.
Durante este noviembre, científicos anunciaron el descubrimiento de árboles fosilizados en las Montañas Transantárticas de la Antártida. Creen que el bosque es el más antiguo que se conoce que existe en la región polar sur, según informa Breaking News Israel. Según los investigadores, los árboles antiguos conservan registros de un evento global de extinción a gran escala, que elevó la temperatura del planeta a extremos peligrosos y volvió los océanos extremadamente acidos, aniquilando el 95 por ciento de las especies en la Tierra.
Sin embargo, los científicos no lograron responder cuál fue el causante de esos cambios. Un erudito bíblico ha propuesto una respuesta, aunque no vaya tan de la mano con la ciencia, cree que el evento mortal fue el Gran Diluvio descrito en el Libro del Génesis.
«Este descubrimiento no debe sorprender a quienes toman el Génesis como historia literal», escribió Tim Clarey, en el sitio web de ICR. Clarey es un geólogo del Institute for Creation Research. Él dijo: «La Biblia describe claramente una inundación global que afectó a todas las masas de tierra: ¿por qué la Antártida sería una excepción?»
Como para no creerlo, Clarey cree que la Tierra no tiene más de 10,000 años de antigüedad, una teoría conocida como el Creacionismo de la Tierra Joven. Él escribió en el sitio web de ICR que el bosque cuenta la historia de la inundación, que tuvo lugar hace unos pocos miles de años. Los científicos que descubrieron el bosque lo dataron hace aproximadamente 280 millones de años, y observaron que algunos de los aminoácidos (los componentes básicos de las proteínas) estaban tan bien conservados que aún podían extraerse.
«¿Cómo podrían las proteínas y los aminoácidos originales sobrevivir durante millones de años?», escribió Clarey en el sitio web de ICR. «La comunidad científica secular no tiene respuestas viables para explicar hallazgos notables como estos».
Si usted cree en el Gran Diluvio o no, la «ciencia secular» tiene respuestas viables. Los geólogos que hicieron el descubrimiento dijeron que no sabían qué causó la muerte, pero aún pueden explicar cómo los aminoácidos podrían conservarse durante 280 millones de años. Cualquiera que sea el evento cataclísmico -biblico o no- provocó la extinción, hizo que el bosque quedara enterrado en cenizas volcánicas tan rápidamente que los árboles se fosilizaron hasta el nivel celular, como le dijeron los geólogos a Live Science recientemente.
«El registro geológico nos muestra el comienzo, la mitad y el final de los eventos de cambio climático», escribió Erik Gulbranson, un geólogo de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee (UWM) involucrado en el descubrimiento inicial del bosque, en una declaración de UWM en ese momento. «Con más estudios, podemos comprender mejor cómo los gases de efecto invernadero y el cambio climático afectan la vida en la Tierra».
Como es de esperar, Clarey tiene detractores. Brent Landau, un erudito bíblico de la Universidad de Texas en Austin, declaró que Clarey está «abogando por una forma de pseudociencia motivada por la religión, y una relativamente poco sofisticada».
Landau explicó que los seguidores de la teoría Creacionismo de la Tierra Joven sostienen a la idea de que el planeta tiene solo 10,000 años de antigüedad a través de métodos como sumar las edades de las personas escritas en el Libro del Génesis, y que no es necesario que los eruditos religiosos tomen ese tipo de evidencia más en serio que la «gran cantidad de datos científicos» que apuntan a que la Tierra tiene alrededor de 4.6 mil millones de años.
Landau también indicó una contradicción de los seguidores de la teoría del Creacionismo de la Tierra Joven: «Tengan en cuenta que están vinculando la destrucción en la Antártida con el Diluvio, pero insisten en que la fecha de los científicos para esta catástrofe de hace 280 millones de años debe ser incorrecta».
Geólogos de la Universidad de Columbia han propuesto que los glaciares mediterráneos elevaron desastrosamente los niveles del Mar Negro cuando se derritieron hace unos 7.500 años. En el Laboratorio Nacional Los Álamos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, un geólogo medioambiental propuso que un cometa se estrelló cerca de la costa de Madagascar hace 5.000 años, desencadenando una serie de tsunamis globales.
«Estas son dos hipótesis científicas reflexivas y creativas que sugieren explicaciones naturales para el relato bíblico del Diluvio de Noé», dijo Landau. «Y la explicación del Dr. Clarey basada en una lectura literal de la Biblia no debe considerarse como una investigación científica legítima a la par con estas dos hipótesis».
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