«Tabby» es uno de los principales misterios para los astrónomos, que no logran entender qué es lo que de vez en cuando la deja sin luz y ensayan, entre tanto, las más increíbles explicaciones.
Una estrella situada a 1.200 años luz de la Tierra se volvió desde 2015 un verdadero rompecabezas para los científicos. Se llama KIC 8462852, es apodada «Tabby» por el nombre de su principal investigadora, y en lo que va de este año ya son al menos tres los estudios publicados que buscan resolver su enigma.
El tema de fondo es que la estrella, según bromean los propios astrónomos, parece ser orbitada por una «megaestructura» que hubiese sido creada por alienígenas (y, a falta de una resolución final del problema, aún podría ser así).
Durante una búsqueda de exoplanetas entre 2009 y 2013, el telescopio espacial Kepler advirtió que la luz emitida por la estrella se ve de vez en cuando interrumpida o ‘apagada’ por motivos que hasta ahora nadie pudo explicar de manera contundente.
Algo parecido ocurre cuando, por ejemplo, un planeta en desplazamiento orbital se sitúa entre la estrella respectiva y el punto de mira, como sería el caso de su paso entre la Tierra y el Sol. Pero en esas circunstancias el oscurecimiento tiene un carácter regular y calculable, mientras que «Tabby» cumple ese tránsito de manera extraordinariamente irregular.
La pregunta, entonces, sigue siendo la misma: ¿qué es ese objeto enigmático que oscurece la luz de «Tabby»?
Un grupo de científicos liderado por Mario Sucerquia –de la Universidad de Antioquía, en Colombia– acaba de proponer su propia explicación de este fenómeno. Según ellos, puede tratarse de un planeta con anillos, al estilo de Saturno, que al orbitar la estrella causa oscurecimientos irregulares, ya que primero «dejan sombra» sus anillos, luego el propio planeta y, luego, de nuevo los anillos.
Para apoyar su hipótesis, los científicos crearon un modelo del tal planeta y ubicaron su órbita, con respecto a la estrella central, a una distancia equivalente a la décima parte de la que separa a la Tierra del Sol. Es probable que la irregularidad de las «sombras» se deba a que el planeta y sus anillos pasan cada vez ante la estrella con un ángulo diferente. Sin embargo, a falta de más observaciones telescópicas, aún es imposible comprobarlo.
El propio Sucerquia reconoce que el planteamiento es solo una hipótesis. Y aunque viable, en realidad pueden haber otras explicaciones. Por ejemplo, una luna en proceso de ruptura, informa la revista New Scientist.
El estudio científico ha sido publicado en arXiv.org.
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