La Sábana Santa de Turín sigue generando polémica, y más preguntas que respuestas. Ahora un nuevo estudio agrega aún más misterio al asunto, demostrando mediante una investigación científica que el enigmático manto contiene ADN de todo el planeta.

Muchos creen que el Sudario fue utilizado por Jesús, y justamente esto es el centro de un debate interminable entre creyentes, escépticos, historiadores y arqueólogos. Ahora, el misterio sobre la tela enigmática se profundiza aún más cuando análisis realizados muestran que contiene trazas de ADN de todo el mundo.

La tela de aproximadamente 4,5 metros de largo fue supuestamente la cubierta colocada sobre el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro. Es al día de hoy un objeto de fascinación tanto para los creyentes como también para la ciencia. Sobre su origen se tienden varias versiones, para algunos el Sudario data de 2000 años atrás (esto correspondería con la época en que vivió Jesucristo), otros creen que data de entre los siglos 13 y 14, basándose en una datación por radiocarbono realizada en el lino en 1988. Además, a pesar del análisis científico realizado, hasta el momento no se sabe a ciencia cierta cómo es que la imagen de una víctima de crucifixión quedó plasmada en un manto, aunque muchos dicen que es la obra de Leonardo da Vinci.

Aunque muchos creen que las manchas y las imágenes se ven en la cubierta son los resultados del trabajo de un artista, muchas personas creen que la imagen fue “impresa” en la tela directamente del cuerpo de Jesús por la liberación de una “luz divina“.

La Sábana Santa de Turín. Crédito: ALESSANDRO DI MARCO / AFP / Getty Images

La primera vez que los científicos lograron examinar el sudario fue en el año 1969 cuando los expertos realizaron exámenes físicos, análisis químicos, y la datación por radiocarbono. En 1981, en base a numerosas pruebas rigurosas realizadas, un informe indicó sorprendentes resultados, siendo divulgado al público lo siguiente:

Podemos concluir por el momento que la imagen de la Sábana es la de una forma humana real de un hombre azotado y crucificado. No es el producto de un artista. Las manchas de sangre están compuestas de hemoglobina y también dan una prueba positiva para la albúmina sérica. La imagen es un misterio en curso y hasta que se realicen más estudios químicos, tal vez por este grupo de científicos, o tal vez por algunos científicos en el futuro, el problema sigue sin resolverse”.

Aunque se pensó que estas rigurosas pruebas podrían resolver el misterio del Santo Sudario, surgieron muchas más preguntas. Los expertos no encontraron rastros de ningún pigmento artificial que signifique que la imagen que se ve en la Sábana Santa de Turín fue hecha por un artista, en cambio se encontraron muestras de hemoglobina y los investigadores concluyeron que un cuerpo humano real, azotado y crucificado, estuvo en contacto con el manto. Sin embargo, ¿cómo se plasmó la imagen del cuerpo en la tela? Este es un misterio que perdurará por un tiempo más.

Perdura el misterio de cómo se grabó la imagen de un cuerpo en el Sagrado Manto.

En un estudio más reciente publicado este año en la revista Nature, los investigadores descubrieron que la tela puede haber sido elaborada originalmente en la India, y de manera misteriosa contiene el ADN de todo el mundo, un descubrimiento que ha aumentado el misterio que rodea este caso. Por secuenciación de ADN contra el polvo y el polen que se encuentra en la cubierta, los investigadores fueron capaces de revelar los entornos y diferentes personas que estuvieron en contacto con la tela en un pasado distante. En el estudio, los investigadores escribieron:

..Se realizaron análisis de ADN para definir las fuentes biológicas de las partículas de polvo (granos de polen, restos celulares y otros especímenes orgánicos minúsculos, tales como fibras de origen vegetal y los coágulos de sangre) recogidos en 1978 y 1988 en filtros TS distintos, correspondiente a la cara, manos, pies y glúteos en la imagen, y el borde lateral, que se utilizó para datación por radiocarbono. Para identificar las entidades taxonómicas de plantas y linajes genéticos humanos, secuencias de ADN de la planta universales, incluyendo intergénicas espaciadores transcritos nucleares de ADNr (ITS) y el ADN del cloroplasto (cpDNA) códigos de barras, y el ADN mitocondrial (ADNmt) regiones diana humanas se amplificaron y se secuenciaron. Esto permitió la identificación de fuentes de ADN a partir de una amplia gama de especies de plantas y mitogenomes humanos pertenecientes a numerosos haplogrupos. Los resultados generales fueron evaluados para determinar si las áreas geográficas de origen y la distribución de las especies de plantas detectadas y haplogrupos de ADN humanos podrían proporcionar nuevas pistas sobre el origen de la Sábana Santa de Turín”.

Resumen esquemático Vavilov de los centros de origen de los taxones de plantas identificadas en muestras. Crédito de la imagen: Wikimedia Commons

Según antiguos relatos, el manto es trasladado de Jerusalén a Turquía, luego a Francia y finalmente a su lugar de descanso final en Turín, Italia. La evidencia genética confirma que diferentes personas en diferentes lugares, entraron en contacto, en un pasado distante con el Santo Sudario.

Personas de diferentes grupos étnicos y ubicaciones geográficas entraron en contacto con el Sudario de Turín, tanto en Europa (Francia y Turín) como en el noreste de África, el Cáucaso, Anatolia, Oriente Medio y la India”, explica el autor principal del estudio, Gianni Barcaccia, a Live Science.

Lo que queda claro es que el sudario viajó grandes distancias antes de llegar, y fue quizá tocado por muchas personas de diversos lugares, antes de llegar a Italia. Para añadir más misterio, si los nuevos estudios son exactos, significaría que el Sudario de Turín fue creado realmente en la India.

Estos nuevos detalles sobre la Sábana Santa de Turín han planteado numerosas interrogantes entre investigadores, historiadores, y escépticos, y si bien nadie es capaz de proporcionar datos precisos sobre su verdadero origen, gente de todo el mundo rinde homenajes al manto que se cree fue utilizado para cubrir el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro.

Fuentes: Nature, independent.co.uk