La temperatura del planeta en el año 2030 llegará al pronosticado y temido umbral de 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Dicho aumento de temperatura significará un colapso climático: huracanes cada vez más frecuentes y poderosos (ya lo estamos viendo, y será peor), inundaciones, subida del nivel del mar, sequías muy intensas, incendios forestales y escasez de alimentos para cientos de millones de personas.

No se trata de una estrategia para sembrar el miedo en el mundo, es una realidad que vemos a nuestro alrededor y con nuestros propios ojos, nadie nos la tiene que contar, los efectos del cambio climático son evidentes y totalmente visibles. Ya los estamos viviendo.

Un informe publicado el año pasado por el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) (o, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) de la ONU dio a conocer la trágica cuenta regresiva que está atravesando ahora nuestro planeta. El informe fue publicado para que todo el mundo pueda conocerlo, puedes leerlo AQUÍ.

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El planeta y muchas personas ya sufren los efectos iniciales

En la última década nuestro mundo ha atravesado por una serie de catástrofes climáticas que han causado incontables muertes y cuantiosos daños materiales y económicos. Desde devastadoras tormentas, incendios forestales, sequías, destrucción de corales, olas de calor extremas e inundaciones en todo el mundo, son la consecuencia de que la temperatura global haya aumentado un grado centígrado. La situación empeorará drásticamente si esa temperatura supera los 1.5 ºC en el año 2030, según indican los científicos en el informe.

Alcanzar o sobrepasar esa temperatura representará el inicio del fin, el comienzo de un proceso totalmente irreversible y que en poco tiempo traerá consigo extinciones masivas de vida silvestre, vida vegetal, y paulatinamente será más difícil para nosotros vivir en este planeta, y terminará en la extinción del humano.

Una niña pequeña lleva barriles vacíos al pozo para llenarlos de agua, y que se encuentra a más de dos kilómetros de distancia de donde vive. Crédito: Forgotten Dried Land © Mohammad Baghal Asghari

Los científicos han dicho:

Ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1°C, con condiciones meteorológicas más extremas, crecientes niveles del mar y un menguante hielo marino en el Ártico, entre otros cambios. Por esta razón se necesitan cambios ‘sin precedentes’ en todos los aspectos de la sociedad para limitar el calentamiento global a 1,5°C. Las decisiones que tomemos hoy son decisivas”

¿Qué podemos hacer para salvarnos?

El tiempo es corto y duele admitir que como van las cosas, nuestro futuro se pinta muy oscuro, sin embargo un cambio «milagroso» (como dicen algunos) podría salvarnos. Pero, ¿qué podemos hacer?

Necesitamos acciones rápidas, efectivas y de gran alcance, dice el IPCC. Estas acciones deben impactar los sectores energéticos, industrial y el transporte.

Hasta el 2030 tenemos que disminuir las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano en un 45 % con respecto a los niveles del año 2010, y seguir disminuyendo hasta alcanzar el «cero neto» para el año 2050.

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Esto implica que los países que más contaminan: EE.UU., China, India, etc.. dejen de usar combustibles fósiles y hagan un cambio a las energía limpias: energía solar, energía eólica.

Los científicos a cargo del estudio plantean su optimismo:

Limitar el calentamiento a 1.5°C es posible según las leyes de la química y la física, pero para ello se necesitarían cambios sin precedentes”.

Necesitamos un cambio de mentalidad de manera urgente

Sin embargo, cambiar es el problema, y hoy frente a los problemas climáticos existe un obstáculo bastante grande: la negación del cambio climático, y uno de sus impulsores es justamente el país que más contamina: EE.UU. y presidido por su presidente Donald Trump.

Salvar el planeta está en nuestras manos. Crédito: cocoparisienne / Pixabay

De no tener un cambio en la mentalidad de las personas que definen el cambio climático como inexistente o como solo «un negocio», no podremos lograr la meta trazada hasta 2030 y nuestra casa, nuestra Tierra se caerá a pedazos, morirá junto a todos los seres vivientes que habitamos en ella, tal como dijo hace poco Greta Thunberg, la niña que lucha contra el cambio climático.

Pensemos en las futuras generaciones, los que tengan hijos o nietos piensen en ellos y en la cuestión de qué hogar vamos a dejarles. Si en 11 años no hacemos un cambio de mentalidad y no frenamos el aumento de la temperatura global, no existirá un planeta Tierra que pueda acoger a los que hoy son niños o a los que están por nacer. ¿Qué futuro queremos? Salvar el planeta depende de nosotros: contaminar menos y elegir bien a nuestros líderes. El cambio comienza por nosotros.

Referencias: IPCC / BBC / El País