Este año 2017 se cumplen 70 años del misterioso «caso Roswell». En julio de 1947, en esta localidad del estado de Nuevo México, se precipitó sobre la tierra un objeto extraño. Mucha gente sigue creyendo que aquello fue un ovni.

Sin embargo, los autores de un nuevo documental sobre el incidente afirman que la supuesta nave extraterrestre podría haber sido en realidad un prototipo secreto de los nazis

El documental del canal N24 afirma que el incidente se produjo realmente durante las pruebas de una nave llamada The Bell —La Campana, en español—. El aparato tenía un diámetro de 3 metros mientras que su núcleo estaba compuesto por una unidad de propulsión futurista que empleaba partículas eléctricas para el desplazamiento. Según esta teoría, The Bell era obra de un ingeniero nazi, según informa Metro.

Los defensores de la idea de que los platillos volantes son de origen nazi afirman que los alemanes establecieron una base subterránea en Nueva Suabia —la Antártida— después de la Segunda Guerra Mundial para continuar con su estrategia de dominio mundial en secreto. Durante la contienda, los nazis estuvieron experimentando con nuevas tecnologías, incluidas algunas semejantes a este tipo de naves espaciales.

Ernest Zündel —bajo el seudónimo de Mattern Friedrich— afirmó en su libro «Ovnis, ¿el arma secreta de los nazis?» (Samisdat, 1975) que Hitler fingió su propia muerte y escapó del búnker de Berlín a la base subterránea de la Antártida para continuar la guerra contra el mundo en la clandestinidad.

De ahí que haya quienes defiendan que antiguos nazis trabajaron con la CIA y el complejo militar-industrial estadounidense para crear vastas bases subterráneas en Dulce (Nuevo México), Área 51 (Nevada) y Camp Hero (Long Island), entre otros lugares.