Existen diversas evidencias que sugieren que la NASA ha ocultado datos sobre la existencia de otras formas de vida en el espacio, según informa el Daily Star.

Según aseguran diversos ufólogos, una civilización extraterrestre ubicada en Venus fue captada por la sonda Magallanes, lanzada por la NASA en 1989. La sonda, cuyo objetivo era estudiar su superficie y obtener información pormenorizada, arribó al planeta en agosto de 1990. No obstante, la agencia espacial estadounidense perdió contacto con Magallanes en octubre de 1994.

Los teóricos de la conspiración afirman que varias imágenes muestran estructuras geométricas imposibles de formarse de manera natural. Aseguran que dichas estructuras semejan edificios artificiales creados por una civilización inteligente y muy avanzada.

La explicación es que Venus podría ser habitada por extraterrestres capaces de sobrevivir en un ambiente bastante inhóspito. Hay que recordar que Venus es mucho más caluroso que la Tierra: la sonda Magallanes determinó que un 85% de la superficie venusiana está cubierta de volcanes, con una temperatura de 864 grados. La conclusión a la que llegaron los científicos es que ninguna forma de vida existente en nuestro planeta podría adaptarse a semejantes condiciones.

No es la primera vez que se acusa a la NASA de ocultar datos sobre la vida extraterrestre. En el pasado, se dijo que habían cortado de manera abrupta varias transmisiones poco después de la aparición de objetos voladores no identificados.

Diversos cazadores de anomalías afirman que estas estructuras en la superficie de Venus podrían ser antiguas edificaciones.

Los cazadores de ovnis están convencidos de que estos objetos extraños son naves de civilizaciones alienígenas mucho más avanzadas que la nuestra. Además, arguyen que la NASA no quiere que nadie se entere de la existencia de vida inteligente en otros planetas.